Learnings from a prestigious business school

Me vais a permitir que sea pedante con esta entrada. Para empezar, el título en inglés porque suena más cool (otro término pedante sobre todo si tenemos en cuenta que en nuestro propio idioma tenemos traducciones muy válidas del mismo). Seguramente continuaré en una línea bastante repelente, pero creo que la temática de esta entrada no merece otro posicionamiento. De todos modos, si crees que no estás preparado para seguir leyendo, es tu momento!
Quería poner por escrito algunas enseñanzas o aprendizajes que he metido en la mochila desde que hace ya once años y pico, tuviera la oportunidad (y suerte) de estudiar un MBA en una «prestigiosa escuela de negocios de Madrid». 
Antes de nada -y sobre todo antes de que dejéis de leer- dejadme explicar por qué me refiero al Instituto de Empresa como «una prestigiosa escuela de negocios de Madrid». Resulta que la mayoría de asignaturas -si no todas- tenían como forma de aprendizaje el llamado método del caso, y muchos de los casos expuestos hacían referencia al Instituto de Empresa (es decir, a sí mismos) de esta forma tan rimbombante y de algún modo consiguen que de esa forma termine incrustado a fuego en tu cerebro.
Pero no he venido aquí hablar de esta escuela de negocios en particular, sino del aprendizaje que yo (y posiblemente sólo sean aplicables a mi mismo) saqué de diez meses de una intensidad hasta entonces desconocida para mi y que fueron el primer acercamiento a lo que supone la realidad laboral… y eso no tiene precio.
Estas fueron algunas de las lecciones que este servidor extrajo de su paso por el IE:
1.- Hay que venir «llorado» de casa:

Creo que esto va con el caracter de la gente, y yo no sé muy bien si ya lo llevaba de serie cuando empecé el master o me lo inculcaron mientras lo iba realizando, pero recuerdo perfectamente que el primer día de clase, nuestro director de programa (MBA) nos puso un ejemplo muy gráfico de lo que significaba «venir lloradito de casa», que creo que fue la expresión que utilizó.
El ejemplo era algo así como que si tal día y a tal hora, había que entregar un caso práctico, un trabajo o cualquier cosa… de nada servían las excusas para justificar un retraso en la entrega del mismo. Decía algo así como: «Me da igual que se haya muerto tu abuela, que tu perro se haya comido los apuntes o que la impresora dejó de funcionar. El trabajo ha de entregarse en esta fecha. Está o no está, pero a mi no me vengais con lloros y excusas. Hay que venir lloradito de casa, y si no está, estás suspenso. Punto»
Conviene apuntar en este momento que el sistema de puntuación, por campana de Gauss y que ,por definición del programa, había un porcentaje que a pesar de haber pagado una buena cantidad de euros por hacer el master, no lo terminaría y, por tanto, no obtendría la titulación, por lo que un suspenso era un gran peso que arrastrabas y que podía dar al traste con tu objetivo.
Pero volviendo a la enseñanza en sí, diré que no puedo estar más de acuerdo con ella, y que intento seguirla a rajatabla. Y si la sigo conmigo mismo, con más razón intento aplicarla con la gente que trabaja conmigo. Es lo que peor llevo de la gente. La informalidad… pero más aún en el ámbito laboral. Pero además por un tema de sentido común y buena praxis empresarial. Si tu llegas tarde conmigo, comprometes mi fecha de entrega con mi superior, y a la vez puedes comprometer la de este con el suyo… y todo por TU culpa. Por tu falta de previsión, por tu pereza, por tu desidia o -peor aún- por tu desinterés.
Ocurren cosas, es cierto… pero así es la vida. Recuerdo una ocasión en la que descubrí un error en la programación de un proceso del que era responsable. Lejos de hablar con el cliente y contarle mi vida, me quedé trabajando 48 horas sin descanso para arreglar mi propia cagada y evitar así mover las fechas de entrega. Porque para mi es algo marcado a fuego y que se puede negociar (o al menos intentarlo) al principio. Pero una vez se marca una fecha en el calendario, más te vale ponerle unos cuantos círculos rojos, porque esa fecha «va a misa» y todo lo que ocurra desde que la fijas hasta que tienes la entrega no son más que circunstancias que has de saber controlar o manejar.
2.- Hay más cabrones que orejas
Frase de un gran amigo (que terminó siendo profesor del IE, y uno de los mejores, por cierto) que es la segunda de las enseñanzas que extraje de un entorno tan competitivo (por no decir hijoputístico) como el que puedes encontrar en cualquiera de estas «prestigiosas escuelas de negocio». Es muy curioso comprobar como dentro de tu propio grupo de trabajo, normalmente compuesto por una mezcla variopinta de carreras universitarias y experiencias profesionales, con un objetivo común que se ve reflejado en una calificación de un trabajo de forma homogénea entre los integrantes del grupo en cuestión, el de al lado, el de enfrente o, no digamos el de detrás, está dispuesto a clavarte un cuchillo por la espalda, por el lateral e incluso de frente si así lo prefieres.
Una cosa es competencia, otra competitividad, y otra hijoputismo. Y lo que se llevaba era exactamente esto último. Pelotas que hacían suyo tus frases, supuestos compañeros que copiaban tus ideas de modo sibilino o descarado (el famoso copy&paste). Gente sin escrúpulos que después de conseguir exámenes parecidos de años pasados, no los compartían ni con sus (supuestos) mejores amigos, o que eran incapaces de aportar nada al grupo, para tratar de llevarse esa buena impresión del profesor de turno que, a poco que fuera espabilado, identificaban rápidamente a estas alimañas chupa-sangre que tan de moda están en la empresa privada hoy en día, y que basan su éxito en pura apariencia y en ponerse medallas que en muchas ocasiones no les corresponden.
3.- Trabajar en un entorno multi-disciplinar donde cada uno puede aportar… o todo lo contrario
Una cosa que comprobé en mi propia piel es la capacidad de adaptación que tenemos las personas en función del entorno en el que nos movamos. Actuamos como cabeza de ratón o como cola de león en función de la necesidad que sintamos o del output que pensamos que podemos aportar y el impacto del mismo en el resultado final del grupo.
Soy el primero en reconocer que si tienes un grupo de trabajo fuerte, te, acomodas y tu rol es distinto de si sientes la necesidad de «empujar» para conseguir buenos resultados, porque el nivel del grupo es peor. No creo que sea bueno ni malo, sino algo natural y humano, pero varios amigos me lo echaron en cara al comprobar mi involucración en el segundo grupo (eminentemente superior a la del primero).
Saber moverte en función de lo que se espere de ti o del trabajo que tienes que desarrollar lo considero tan importante como saber hacer bien las cosas (que, por cierto, se presuponen). Esto es muy típico en el entorno profesional, dónde te das cuenta de que no todo el mundo tiene la misma preparación, ni los mismos conocimientos, ni las mismas ganas, ni el mismo saber estar… pero las cosas han de salir (y afortunadamente salen) adelante. Unas veces gracias a unos y otras gracias a otros… pero el rol desempeñado por cada uno en distintos ámbitos de trabajo puede ser muy distinto y es importante adaptar tu propio comportamiento a los mismos.
En  fin. Supongo que después de este monólogo en formato «abuelo cebolleta» os preguntaréis si realmente estas fueron las enseñanzas que me llevé en la mochila después de un año magnífico de mi vida. Fueron estas y  muchas más. Y la más importante de todas (que no es una enseñanza en sí misma) fue conocer y hacer grandes amigos por los que apostaría o a los que seguiría a ojos cerrados en cualquier circunstancia de mi vida profesional y personal 
(cabe decir que dentro de mis amigos, el hijoputismo no está bien visto y que ninguno de nosotros nos caracterizamos precisamente por llevar ese mal en la sangre)

5 cosas que debería hacer antes de morirme

Esta semana toca escribir sobre uno de esos temas trascendentales que les gusta a algunos de los participantes de El reto blogger

5 cosas que me gustaría hacer antes de morir

La verdad es que he pensado que esas cinco cosas que nunca he hecho y que me gustaría hacer antes de morirme podría hacerlas todas tirando de un hilo conductor. Y es que lo primero que debería hacer es montar un negocio. Al principio sería algo para dejar tranquilos mis egos, o mis anhelos, sueños, etc… porque siempre he querido montar algo, pero normalmente me faltan huevos, dinero o una combinación de ambas, y terminan ocurriéndoseme cosas que a veces veo implementadas meses después (lo cual no quiere decir que con éxito) y otras sencillamente no se pueden realizar.
Pero digamos que empiezo montando lo que en una «prestigiosa escuela de negocios» a la que acudí llamaban, «un negociete», pero que con el paso del tiempo y fruto de mi esfuerzo, termina funcionando. 
Y aquí es donde entra esa segunda cosa que me gustaría que ocurriera antes de morirme, y es que termino forradito de millones. Sé que esto no es algo muy loable, y que posiblemente pocos miembros del reto blogger comenten en sus entradas (pero que todos piensan y sólo uno manifiesta repetidas veces). Si le queréis quitar importancia al asunto, vamos a dejarlo en manos del azar. Resulta que juego a la primitiva y tengo tanta suerte que sale la combinación a la que tontamente llevo apostando durante una temporada.
Con todo ese dinero (ganado con sudor o con fortuna), me voy a pegar un viaje alrededor del mundo que se va a cagar la perra. No va a haber cultura, ni país que alguna vez haya suscitado siquiera un poco de mi atención que no visite, aunque sea para tomar un café. Invitaré a mi familia y amigos a todos los rincones del mundo. Pasaremos cada quincena en un sitio, a cual más paradisiaco que el siguiente. Conoceré mucha gente, muchas formas de vida y en la medida de mis posibilidades, también me gustaría ayudar a los más necesitados (total… de la que voy….)
Como doy por hecho que estaré forradísimo, el tema de los aeropuertos, las escalas o las incomodidades del vuelo estará olvidado. Viajo en un jet privado y en el dibujo del avión se lee: «New York Knicks«, el equipo NBA que he comprado con lo suelto de las propinas y del que soy su escolta titular (porque me sale de las pelotas). Físicamente estoy destrozadito, pero puedo garantizar que de palomero y de tirador de 3 promediaré unos 15 puntitos por partido. Y si veo que no llego a las estadísticas, contrato al resto de mis ex-compañeros de baloncesto en el Lobos y verás como incremento mis medias anotadoras!
Con estos cuatro sueños/deseos cumplidos, tan solo me quedaría descansar con mi mujercita tranquilamente a esperar a que Jaime y Lola nos traigan nietos y disfrutar de ellos como mis padres y mis suegros disfrutan de mis hijos. Imagino que Jaime traerá varias novias a casa, cada una mejor que la anterior, y que Lola nos hará esperar un poco más, y tendrá su primer novio/acercamiento a eso de los 40…pero la querremos igual aunque ella sabe que eso no nos gusta demasiado, pero todo lo acepto, porque seré un padre comprensivo y moderno!

Angry Birds. Bastante más que unos pájaros y unos cerdos

Hoy dando una vuelta por Facebook he encontrado un divertido trailer de Angry Birds, el juego para smartphones que ha arrasado desde su lanzamiento al mercado a mediados de 2009 y que actualmente es la aplicación más descargada de la historia, adaptada para Iphone, Android, Symbian, Maemo y un montón de plataformas más.
El juego es sencillo, pero en esa sencillez radica su éxito. Consiste en apuntar utilizando un tirachinas en el que colocaremos unos pájaros de distintas modalidades y con los que tenemos que matar a unos cerdos verdes. Dicho así parece gilipollesco, pero hay un montón de niveles y de obstáculos a sortear para apuntar en la diana.
Eso sí, los pájaros son distintos y dependiendo de cual coloquemos en el tirachinas tendremos distintas funcionalidades.
  • Pájaro rojo: son los pájaros más débiles del juego. No poseen habilidad especial. Los que nos colocan en los niveles más básicos del juego y que a medida que avanzas odias que tengas que usarlos.
  • Pájaro azul: de pequeño tamaño, estos pájaros se dividen en tres en pleno vuelo. Son buenos para derribar las piedras azules que con otro tipo de pájaro no son igualmente «atravesables».
  • Pájaro amarillo: el pájaro amarillo carga contra las estructuras, causando mayor daño. Especialmente util para mover estructuras grandes cuando aumenta de velocidad (tocando la pantalla durante su vuelo)
  • Pájaro negro: este pájaro explota cuando se le ordena o a los pocos segundos de entrar en contacto con alguna estructura o cerdo. El momento de la explosión puede ser seleccionado tocando la pantalla y es útil cuando hay grandes estructuras de piedra que no son fáciles de derribar con otros pájaros, pero si con el efecto expansivo de la bomba.
  • Pájaro blanco: el pájaro blanco lanza un proyectil con forma de huevo. Después de disparar, el pájaro sale despedido hacia arriba y adelante. En mi opinión tendría más efectos secundarios si esto no ocurriera, pero bueno para franco-tiradores.
  • Pájaro rojo (gordo): No tienen habilidad especial, pero a diferencia de los pequeños, caen «a peso», provocando importantes daños en las estructuras que sirven de cobijo a los cerdos verdes.
  • Pájaro verde: Tiene efecto boomerang cuando tocas la pantalla. Sirve para atacar los objetivos desde el lado contrario al de lanzamiento.
  • Mighty Eagle: Es una caja de sardinas despues aparece la aguila y derriba a todos los puerquitos (personalmente no me he encontrado con este super arma de destrucción masiva, y es que supongo que todavía me queda avanzar en los niveles que ofrece el juego.
Mi hijo Jaime lo domina a la perfección y he de reconocer que engancha. Os dejo un pequeño trailer que justificaría la existencia de todos estos biechejos que se han metido en nuestros bolsillos.
Pero creo que convendría explicar por qué la empresa desarrolladora del juego en cuestión se está forrando y todo apunta a que seguirán forrándose en el futuro. Llevan casi 50 millones de descargas gratuítas y más de 15 millones de usuarios han pagado algo por descargarse el juego. Por supuesto tienen página en Facebook en la que hay más de 400.000 usuarios.
Tienen un modelo de negocio con los siguientes pilares:
  • Se basan en una aplicación gratuita reducida (Lite) que genera ingresos por la inserción de publicidad mientras los usuarios están jugando y que parece ser que les reportan aproximadamente un millón de dólares al mes.
  • A medida que seconsiguen terminado los pocos niveles existentes en la versión gratuíta, la posibilidad de que compremos la versión completa es realmente amplia. Es uno de esos casos (quizás por la sencillez del juego) en el que una versión gratuíta es la antesala de la compra de la versión completa. Dependiendo de la plataforma (Symbian, Android, Apple, etc el precio de la versión completa es diferente).
  • Nuevos juegos con nuevos niveles disponibles en momentos especiales (San Valentín, Navidad, etc), que se aseguran que los más flieles descarguen (y paguen) para tener lo último de los pájaros de turno.
  • Nuevas líneas de negocio basadas fundamentalmente en el aspecto sencillo y original de los animales que protagonizan el juego. Basado en merchandising, tratan de expandir los ingresos de Angry Birds con peluches, camisetas y carcasas para Iphone (de momento
  • En colaboración con 20th Century Fox van a hacer una película de animación que saldrá a la luz en la primavera de 2011 y de la que están empezando a promocionar su trailer que, por cierto, será visto durante la Super Bowl, con lo que esto implica de visibilidad extra para el mercado americano.
Por cierto, si a algún valiente le apetece irse a vivir a Espoo (Finlandia), la gente de Rovio está buscando gente.

Recetas para desmemoriados

En la tercera semana de temática obligatoria de El reto blogger, toca hablar de recetas (supuestamente de cocina, aunque como siempre hay algún pájaro que se ha escaqueado de la situación en cuestión tirando de creatividad)
Yo pensé tirar de originalidad, pero la verdad es que he pensado que mi escasa experiencia en la cocina podría ser compartida. Total, para cuatro platos que hago, podía compartirlos con vosotros, ¿no?. Antes de nada quiero aclarar que no se tratan de platos elaborados. Son recetas para vagos, para quedar bien sin apenas complicaciones. Recetas para desmemoriados:
Solomillo de cerdo al horno

Un clásico en mi cocina desde mi época universitaria. Un plato sencillo y de rápida elaboración que además puede hacerte quedar relativamente bien con los comensales a quienes decidamos agasajar con el plato en cuestión.
Ingredientes (para 2 personas):
– Solomillo de cerdo de tamaño mediano
– Aceite virgen extra
– 2 manzanas reineta
– 3 dientes de ajo
– 2 patatas
– Sal gorda
Elaboración:
– Pre-calentar el horno al máximo durante aproximadamente 15 minutos.
– En una fuente de horno colocar el solomillo de cerdo, que bañaremos en aceite y sal gorda, y sobre el que arrojaremos los dientes de ajo cortados en láminas gruesas y las manzanas cortadas en 4.
– Mientras el horno calienta, freiremos las 2 patatas cortadas en rodajas. No hay que hacerlas demasiado. Sólo que empiecen a hacerse, con el aceite a medio fuego.
– Pasados los 15 minutos en los que el horno está suficientemente caliente, metemos la fuente con el solomillo convenientemente aderezado y las patatas a los lados del mismo.
– Dejar hacerse en el horno durante aproximadamente 8-10 minutos. Pasado ese tiempo, se recomienda dar un corte a la pieza de carne para asegurar que esté en su punto.
Observaciones:
– Es un plato que agradece que esté un poco crudo. Si se pasa el punto de cocción el plato pierde enteros
Spaguettis a la bolognesa
Con seguridad el plato favorito de mi mujer. Motivo más que suficiente para que revele ante propios y extraños los pormenores de este plato tan recurrente los domingos en nuestra casa.
Ingredientes (para 4 personas):
– 300 gr de spaguettis
– 2 cartones pequeños de tomate frito
– 100 gramos de azucar
– Orégano
– 350 gramos de carne picada mixta (vacuno y cerdo)
– 2 sobres de queso enmmental
– 5 zanahorias
– 1 cebolla
– Sal
Elaboración:
– Lo primero de todo es pre-calentar el horno a unos 200º mientras comenzamos de verdad a cocinar el plato.
– Se cuece el agua y se arrojan los spaguettis, moviéndolos un poco al principio para que no se peguen. Aconsejo echar un chorrito de aceite al agua, y un buen puñado de sal.
– Se corta en trocitos pequeños las zanahorias y la cebolla, haciendo con ellas un sofrito a fuego lento con poco aceite.
– A la vez (en un tercer fuego, todo un ejercicio de malabarismos no aptos para cardiacos) ponemos en una cacerola el tomate con el azucar y un puñado de sal. El, fuego ha de estar al mínimo, y deberemos tratar de moverlo de tanto en cuanto para que no se queme o se pegue el tomate.
– Lo más lógico es que lo primero que ocurra es que los spaguettis estén listos, así que los pondremos en un colador y después de lavarlos con agua para desprender el almidón los colocamos en una fuente de horno y ponemos abundante orégano y un sobre de queso enmmental.
– Cuando la cebolla y la zanahoria estén listas, ponemos la carne picada, previamente aderezada con un poco de orégano y sal. Movemos hasta que la carne se haga (menos de 2 minutos a fuego medio) e incorporamos a la zanahoria, cebolla y carne picada el tomate que estará hecho en la cacerola de al lado (la del tercer fuego).
– Movemos un poco para que se mezclen los sabores y retiramos del fuego, para echarlo todo sobre los spaguettis con queso que esperan en la fuente del horno. Distribuir bien para que no quede sólamente en la parte superior, y echar el sobre de queso enmmental restante por encima.
– Introducir en el horno, dejar pasar 5 minutos y sacar del horno listo para disfrutar.
Observaciones: 
Plato extremadamente adecuado para días de resaca o después de intensa actividad deportiva mañanera. 

Marketing de Geoposicionamiento para conocer a tu cliente



Redes sociales, marketing, teléfonos inteligentes que son de todo además de un teléfono y que nos dan la posibilidad de estar permanentemente conectados con nuestro entorno. 


La forma de comunicarnos con nuestros amigos, familia o compañeros de trabajo está cambiando, y las empresas que antes se adapten a esos cambios de comportamientos de los individuos, partirán con ventaja en la carrera del marketing one-to-one.

Si metemos en la coctelera todos estos conceptos y le añadimos un ingrediente que está de moda, el geoposicionamiento, nos daremos cuenta de la potencia que pueden tener aplicaciones como Foursquare (o Facebook Places, entre otras) a la hora de que los anunciantes incrementen el ROI de sus campañas de marketing y se acerquen con conocimiento verdadero al perfil de su cliente potencial y actual. 

Ya no estamos hablando de conseguir impacto con las campañas de marketing, ni medir los GRP’s, sino de que hay una gran cantidad de información que los usuarios están enviando diariamente, y un mundo de oportunidades por explorar que desde hace relativamente poco las empresas pueden explotar.


Foursquare es una red social que se apoya en la funcionalidad GPS que traen incorporada la mayoría de los smartphones que hoy están en el marcado, por la que los usuarios de dicha red social, comparten con sus contactos, la posición en la que se encuentran haciendo “check-in” en cientos de miles de emplazamientos como restaurantes, cines, lugares de copas, museos, etc. Además permite compartir con otras redes sociales (Facebook o Twitter como las más representativas) los check-in que has hecho, con lo que el impacto «mediático» y el efecto de tus recomendaciones es mucho mayor.
Leí hace tiempo un informe que decía que el 85% de los consumidores se fían de una recomendación de otra persona, y que solo el 14% lo hace de la publicidad tradicional. Ahora, con las redes sociales, el impacto de una mala crítica no se queda en tu primer círculo de amigos a quién se lo cuentas personalmente, sino que mucha más gente puede ver tu opinión de una mala experiencia, con lo que el impacto es mucho mayor.

Imagino que las empresas deberán aprovechar todas las herramientas que la tecnología pone en manos de sus propios clientes para aprovecharlas y generar una espiral de experiencias positivas (o al menos para poder evitar malas críticas), o de lo contrario,  irán a la cola de eso de lo que llevamos hablando tantto tiempo, el conocimiento del cliente.

Además lo bueno de Foursquare es que se plantea como un juego para los usuarios que, encantados suministran todo tipo de información y recomendaciones de sus  lugares favoritos con tal de tener más puntos que «ese amigo de Albacete», o ser el alcalde de sitios en los que pasas media vida, como tu oficina.


Muchísima información que a priori puede resultar intrascendente para otros usuarios (¿qué más me da que mi amigo esté comiendo en éste o aquel restaurante?), pero que desde luego es una auténtica mina de información cualitativa para empresas y anunciantes, si son capaces de aprovechar dicha información y enlazar sus ofertas comerciales con el perfil de usuario que le está enviando constantes señales de humo.

Y es que cuando alguien envía señales de humo, lo suyo es atenderlas, pero si el que las está enviando es tu cliente y decides no hacer caso, puedes pagarlo con su indiferencia o -peor aún- con malas críticas que, por no atender en su momento, ahora te llegan multiplicadas por diez. ¿No será mejor tratar de entender su comportamiento y adaptar mis productos u ofertar promocionales a sus gustos?

Marcas que me marcaron

Hoy en el reto blogger, nos toca escribir sobre un tema que a priori me gusta.

«Marcas que te marcaron»
A priori una temática que me viene bien, y a la que he estado dando muchas vueltas por intentar tratarla de forma original. Desde los colores de las marcas, hasta los valores de las marcas y un montón de alternativas más.
Imaginaba que la mayoría de concursantes del Reto blogger tirarían por el mismo camino. Al menos uno de ellos fue el más rápido, y prácticamente la mayoría se han limitado a marcar el camino establecido, con más o menos originalidad, más o menos acierto.
Yo no soy el concursante más original, ni tampoco querría presumir de ello, pero le he dado una vuelta que creo que puede gustar a la temática de esta semana y aquí van las «MARCAs que me marcaron».
Desde luego han sido muchos, pero empezaré por el más reciente y que realmente llevo guardado en mi memoria como si hubiera ocurrido ayer. El Marca del día que España ganó su primer mundial de fútbol, hace apenas medio año. 
Todavía me sorprendo con los pelos como escarpias cuando veo algún resumen o algún programa como Informe Robinson, hablando de la hazaña que nuestros jugadores hicieron en Sudáfrica el verano de 2010.
Algo inolvidable y difícil de repetir. Algo de lo que presumir y que muchas generaciones no han tenido la suerte de vivir (me acuerdo de mi abuelo, lo que hubiera disfrutado si lo hubiera visto)
Para un amante y ex-jugador de baloncesto como yo, ganar un mundial es la bomba, y con la generación de oro del baloncesto español pudimos vivir una victoria épica contra Serbia en el mundial de baloncesto que se celebró en Japón en Septiembre de 2006, y que ponía justicia a varias ocasiones en las que nos habíamos quedado a las puertas del éxito.
Además recuerdo que el partido tuvo su parte épica, ya que nuestro mejor jugador (a la postre elegido MVP del mundial) Pau Gasol, se lesionó de gravedad en el tobillo derecho en el partido de semifinal disputado frente a Argentina. Jugamos sin él, pero con su espíritu y saber estar sobre la cancha. 
Desde luego fue el primer gran éxito del fútbol español en la época «a color» (ya que hacía otros tropocientos años habíamos ganado otra Eurocopa), pero lo del verano de 2008 fue un orgasmo colectivo y -con toda seguridad- los cimientos de la confianza que nos llevaría a ganar el mundial tan solo dos años después.
Un mundial en el que jugamos como nunca y ganamos como nunca, también. Donde España maravilló al mundo desarrollando un fútbol de alta escuela cimentado en el juego de los bajitos y con claras influencias azul-granas que poco a cuento vienen ahora.
Ganar a los italianos en los penaltis fue un claro síntoma de que algo nuevo estaba pasando, pero ganar a Alemania en su casa y con una jugada de fuerza en el gol de Fernando Torres no se me olvidará jamás.
Otro campeonato de los chicos de oro, y una de las primeras veces que parece que ganar un gran torneo es «lo que toca». No es fácil ganar ninguno, pero parecía que a estos grandes hombres podíamos pedirles cualquier cosa.
Y ellos mismos debieron darse cuenta de que estaban a otro nivel del resto de los rivales, porque recuerdo asombrado la indolencia de algunos jugadores en las fases iniciales e, incluso, en los primeros cruces.
Desde luego que cuando las cosas se pusieron serias, se pusieron el mono de trabajo y dieron una lección de juego y autoridad pocas veces vista en una cancha de baloncesto.
Después de los cuatro MARCAs anteriores, pensaréis que poco más puede contarse, pero quedan un montón de ellos, y recuerdo especialmente la celebración de Fernando Alonso cuando se proclamó el piloto más joven de la historia en ganar un mundial de Fórmula 1 en el circuito de Interlagos en el año 2005.
Un Alonso que se descargaba la presión gritando «toma, toma, toma» y que unos instantes antes, por la radio de su monoplaza podíamos escucharle cantando el «we are the champions» a grito «pelao», completamente fuera de sí mismo. 
Un lujo que repitió al año siguiente para después, andar dando tumbos por Mc. Laren y desde el año pasado, ya en Ferrari,  acercarse otra vez a lo más alto del automovilismo a  nivel mundial.
Quedan otras muchas imágenes en mi cabeza. Otros muchos MARCAs que me marcaron, como cualquiera después de una de las infinitas victorias de Rafa Nadal, y desde luego recuerdo de forma especial los números después de la 7ª Copa de Europa del Real Madrid, después del gol de Pedja Mijatovic 
o, especialmente la foto de bolea con la que Zinedine Zidane lograba la 9ª
en la final celebrada en Glasgow.

Paco González y la fidelidad de un equipo

Poco antes del pasado mundial de fútbol de Sudáfrica una noticia corría como la pólvora por multitud de foros y páginas de Internet. La Cadena Ser había despedido a uno de sus periodistas deportivos más carismáticos. Así, Paco González, hasta entonces director de Carrusel Deportivo era primero suspendido de empleo y sueldo y al poco tiempo, despedido.
Incluso se creó un grupo de Facebook para apoyar al periodista deportivo que, poco después sería la voz de Telecinco en el mundial de Sudáfrica. Pero, ¿cuál fue el motivo del despido de González de la Ser? 
Según algunas fuentes fue por un comentario desafortunado de un colaborador suyo en la final de la Superbowl. Y es que parece ser que Hevia se mofó de algunos de los anunciantes de Carrusel deportivo (a saber, las encimeras Silestone y los tractores Maxi Ferguson) y al día siguiente la dirección de la Ser le apartó de empleo y sueldo.
El mundial estaba cerca, y cuando le propusieron a González que la cobertura de uno de los mayores eventos deportivos se haría con programas en directo desde centros comerciales a lo largo y ancho de la geografía española, Paco González, poco contento con la propuesta, contestó que sólo si volvían a admitir a Hevia en su equipo, a lo que la dirección se negó. El órdago del periodista asturiano llegó con un «o todos, o ninguno». Y la respuesta de la Ser fue la de apartar a González a la espera de que se retractara en su comportamiento y pidiera disculpas (cosa que no ocurrió y por lo que finalmente abandonaría la Cadena Ser)
Pero todo pasó sin mucho más ruido ni grandes noticias. Paco González retransmitió el mundial más inolvidable del fútbol español y al comienzo de la temporada, se anunció su fichaje por el competidor tradicional de la Ser. González fichó por la Cope, y poco a poco comenzó un goteo (o sangría, según de qué lado se vea el asunto) de periodistas del grupo de trabajo de Paco González. Todos abandonaban la Ser. Todos con rumbo a la Cope. Incluso los más emblemáticos, como el animador Pepe Domingo Castaño o -hace menos de una semana- su locutor estrella, Manolo Lama.
(ver emotiva carta abierta de Paco González agradeciendo a los oyentes su fidelidad e instanto a Lama -Mr.X- a que rescindiera por la Ser y fichara por la Cope)
Ahora están todos en la Cope con el renovado Tiempo de Juego y mes a mes le están quitando oyentes a Carrusel Deportivo (el programa deportivo de la Ser). Están llevando a cabo el programa que tenían estructurado en la Ser, pero bajo las ondas de la Cope.
El Grupo Prisa han demandado al equipo deportivo de la Cope por plagiar el programa, algunas coletillas o incluso la señal de morse tan típica cuando se marca un gol… pero lo más curioso no es quién se llevará el gato al agua, ni qué emisora elegirán los oyentes los domingos para escuchar los partidos de sus equipos favoritos (en mi caso, a la Cope desde el primer minuto, sin dudarlo). Lo que llama la atención es la fidelidad de un grupo de trabajadores hacia una persona. Puedo entender que alguno haya seguido el camino iniciado por Paco González, por cuestión meramente profesional o incluso personal… pero… es que han abandonado la Ser más de vente personas!!!. 
Yo jamás he visto una cosa así en un entorno profesional, y a mi entender demuestra que el despido del asturiano debió ser algo suficientemente injusto y polémico como para llevar el apoyo de otros profesionales que llegan a abandonar su trabajo para seguir a tan emblemático periodista. Creo que es un ejemplo de fidelidad laboral sin precedentes.
Evidentemente todo estará calculado y por detrás hay ciertas dosis de honorabilidad, ánimo de revancha y dinero, pero el movimiento no es sólo de periodistas o locutores de mayor o menor prestigio. También los oyentes se han mantenido fieles a un estilo de periodismo deportivo. A unas voces que llevamos escuchando hace más de veinte años, y los datos del EGM (estudio general de medios) así lo demuestran. Los datos de la Cope son demoledores. En apenas cuatro meses pasan de 388.000 oyentes a 890.000, y recortan diferencias (de por si enormes) con Carrusel Deportivo.
Sea como fuere, da gusto escuchar un programa de radio en el que parece que un grupo de amigos están pasando el rato de la mejor forma que saben. Divirtiéndose y haciendo disfrutar a cientos de miles (pronto millones) de oyentes amantes del deporte narrado de forma distinta.
Olé tus pelotas Paco… ¡envidia de equipo!

Ya está aquí la tercera edición de El reto blogger

No sabría describir si estoy contento o jodido por la nueva ediión (tercera ya) de esta extraña competición con tintes de conspiración albaceteña judeo-masónica llamada El reto blogger, que comienza esta semana y nos mantendrá haciendo el tonto con nuestros blogs hasta el mes de mayo o así (la verdad es que no me he leído las bases que «supuestamente» ha ingeniado el Sr. Eternas Promesas… digo, el señor árbitro)
Para los que os pasáis con frecuencia por El blog del Marketing, advertiros que no os asustéis si trato temáticas algo absurdas. Las temáticas de este año salen de las ingeniosas mentes de los participantes de El reto blogger 2011, así que os podéis imaginar las lindezas sobre las que me veré obligado a escribir durante este tiempo.
Si en la primera edición ganamos tres, en la segunda ganó el mafioso con poco pelo… y en esta tercera edición lo que tengo claro es que la mafia albaceteña volverá a hacer lo posible por desvirtuar la competición. Imagino que a muchos de los participantes de El reto blogger les hará ilusión ganar. Huelga decir que a mi me haría ilusión, pero al menos he tenido la suerte de pasar por esa experiencia de humillación pública a otros paquetes que no tienen prestigio ni categoría para participar, pero que por pura compasión estarán un año más entre nosotros.
En fin, que solo espero poder pasarlo bien durante este tiempo a pesar del árbitro y sus secuaces.

Pequeños hombres que se vienen arriba

Siempre he leído por ahí que España es un país de contrastes. 
Aquí no podemos hacer las cosas con normalidad. O se nos quiere o se nos odia. Idolatramos y defenestramos a los que fueron nuestros ídolos con la misma facilidad de quién se deshace de un pañuelo de papel después de sonarse los mocos.
Y del mismo modo, no tenemos medida con cosas que en un principio recomiendan algo más que sentido común… y eso les pasa sobre todo a «esos hombres bajitos que se vienen arriba» simplemente al calor de unos billetes morados de 500 Euros.
Recuerdo como hace años se acuñó el término de «nuevo rico» haciendo referencia a la gente que de pronto se encuentra con ingentes cantidades de dinero entre las manos y la única forma que se le ocurre de gastar el dinero es demostrándole a sus congéneres humanos la suerte que tiene, haciendo gastos absurdos y desmedidos, comprándose propiedades que bien podría comprarse cualquiera de los afortunados miembros del «Fortune 500», o sencillamente demostrándole a todo el mundo que tiene dinero, pero que lo que más le gusta es hacérnoslo saber.
Pues supongo que ninguno de nosotros está exento de ese tipo de virus… y si lo pensáis detenidamente muchos de los alcaldes y dirigentes de nuestra piel de toro ya han sido infectados por este virus maléfico. Alcaldes de pueblos pequeños que se han gastado ingentes cantidades de dinero en proyectos más propios de «pepe piscinas» que de alguien con cierta responsabilidad que se viene arriba inspirado por el color de los billetes grandes.
De un tiempo a esta parte hemos podido ver como los aeropuertos aparecían en nuestro país como flores en primavera. Ciudades de «segunda» que construyen aeropuertos, y proyectos absolutamente locos. Recuerdo cuando mi mujer trabajó en una consultoría de parques temáticos y de ocio, tuvieron entre manos un proyecto que me pareció una locura de primera.
Un conjunto de pequeños hombres venidos arriba -con el supuesto apoyo de las instituciones correspondientes- decidieron hacer de Ciudad Real un enclave vital en nuestra piel de toro y se les ocurrió la brillante idea de montar «la mundial» entorno a la licencia de construcción y explotación de 3 casinos. Entorno a ellos estos pequeños hombres venido arriba decidieron montar un parque temático, unos cuantos hoteles y claro, ya puestos un aeropuerto para acoger a los cientos de miles de jugadores que recorrerían las «extensas» dimensiones de nuestro país para poder dejarse miles de euros en un complejo abandonado en medio de alcornoques y tierra seca.
Y claro, cuando la pasta te sale por los bolsillos te da un poco igual que se te caigan unos billetes, porque la notoriedad y la fama que les puede crear a esos individuos el extraño mérito de ser quienes idearon una idea más propia de la asociación española de bomberos-torero, hace que se sientan parte de la historia… Y lo son. Son parte de la historia del ridículo, el despilfarro y la gestión más paleta que hayamos podido ver en nuestro país en los últimos años.
Por supuesto el aeropuerto (privado, pero financiado por CCM -en quiebra-) está desahuciado. Y no conozco a ningún tipo que tenga una sola idea de negocio que sea capaz de soportar la inevitable «circunstancia» de que haya un aeropuerto en Ciudad Real (poco más de 70.000 habitantes, llegada del AVE, etc).
Pero ahora que lo pienso…¿no dijo alguien que el hombre era el único animal que tropezaba dos veces en la misma piedra? Si amigos, si. Parece ser que otro «iluminao» está moviendo hilos para construir un aeropuerto en la lustrosa ciudad de Toledo (70.000 habitantes y casualmente con AVE también). Me gustaría conocer a estos pequeños hombres venidos arriba para conocer de primera mano cual es su idea de negocio y en qué parámetros basan el supuesto éxito del proyecto… porque creo que me estoy haciendo viejo o directamente las neuronas me están abandonando.

Una máquina de teletransporte,… ese oscuro objeto de deseo



Esta semana toca hablar en El reto blogger sobre un objeto de deseo que tengamos cada uno de los supervivientes de esta segunda edición. Supuestamente debe ser algo material… es decir, algo físico y no un anhelo o una sensación.

En mi caso llevo tiempo ansiando una máquina para teletransportarme en el tiempo y en el espacio

Es evidente que no será fácil que mi sueño se cumpla, pues todavía no se ha inventado una máquina semejante por mucho que hace tiempo la hayamos visto en algunas películas del género de ciencia ficción tipo Regreso al futuro, dónde los protagonistas pasaban al futuro metidos en su coche «espacial».

Yo no pido tanto. Simplemente pido poder apretar un botón y aparecer sin más esfuerzo aquí o allí. No por nada… no tengo miedo a volar, y me encanta conducir… pero creo que por ejemplo perder 5 horas en coche para aparecer en Málaga y poder tomarme unos espetos de sardinas es una pérdida de tiempo y un concepto absolutamente ridículo.

 

Imaginaros lo siguiente, en dos escenarios de lo más normal en nuestras vidas:
Un día laborable en el que te levantas y en vez de desayunar en el salón de casa, decides teletransportarte, digamos a Cascais para desayunar mirando el mar. 
Vuelves al salón de tu casa, te duchas y a la máquina otra vez, para acercarte al trabajo. Ni que decir tiene que nos vamos a ahorrar el transporte por la M-40, así que habremos podido dormir media hora más.
Cómo nos hemos ahorrado una hora entre ida y vuelta, decido irme a Nueva York a tomarme un café en la típica cafetería americana, o en una tipo Friends… dónde cuento aventuras y desventuras del día de trabajo.
De vuelta al hogar, bañas a los niños y decides cenar en Tailandia o en Japón… que hoy tengo el paladar algo exótico. Una buena cena y un par de cervezas después, a la cama que mañana toca… dormir una hora más
Un día de vacaciones. Este es el verdadero sentido de mi capricho de hoy.
Mi objeto de deseo hará que se terminen las vacaciones aburridas en las que estamos en uno o dos sitios. Llegan las multi-vacaciones a tu vida. 

Con la posibilidad de desayunar en un sitio, visitarlo de mañana… y pasarte todo el día en la franja horaria que quieras. Si somos capaces de organizarnos bien podríamos estar mil horas sin ver anochecer,… o al contrario, si decidimos vivir la noche, estar en mil sitios y disfrutar de distintas experiencias (si bien no creo que haya cuerpo que lo aguante)
¿No pensáis que sería increible poder moverse por el tiempo (y supongo que también por el espacio) sin perder tanto tiempo transportándonos de un sitio a otro?
También podría ver a mis padres y hermanos en cualquier momento. En vez de salir en el descanso del trabajo, o quedarme de charla unos minutos más en la oficina, me acerco a Cantabria o a Asturias y estoy con ellos un par de horas antes de volver a casa… y pensándolo bien, podrían disfrutar de mis hijos sin tener que andar haciendo maletas y planeando dónde dormir en nuestra pequeña casa.
Definitivamente es lo que quiero… una máquina de teletransporte, y voy a escribirlo en la carta a los reyes magos para que no se me olvide esta Navidad

NOTA: El año pasado no me regalaron la tuneladora que encargé, y es que empiezo a pensar que debería concentrarme en cacharros más simplones y aburridos